Gleipnir, el kigurumi sadista, breve reseña
Gleipnir, el kigurumi sadista, breve reseña
En la temporada actual de primavera del 2020, golpeada con respecto a los animes en emisión debido a la pandemia, ha sobresalido este particular anime donde en un inicio se muestra como un thriller sobrenatural con matiz erótico, dando la ilusión a Battle Royal con presencia alienígena, ¿alocado no es así?
Gleipnir a mostrado en los pocos episodios en emisión ser justamente el seinen que hacía falta, con un nombre basado en las ligaduras usadas para atrapar a Fenrir en la mitología nórdica, su enfoque retorcido sobre los lazos y las obsesiones humanas es inquietante, dentro de la trama creada por Shun Takeda se explora una historia cargada de erotismo y violencia donde en los primeros capítulos se deja en claro que tipo de obra estamos viendo.
El encuentro entre los protagonistas y su relación casi simbiótica durante las escenas de acción, está enfatizada en las necesidades más oscuras de los mismos, desde el apego y dependencia de Shuichi hasta la necesidad de poder y venganza de Clair, quien al usar los poderes ocultos de Shuichi en transformarse en un Kigurumi perruno se acerca cada vez más a su objetivo de vengarse de su hermana.
Toda esta dicotomía genera una buena dinámica de equipo, muy diferente a tramas similares, sumando a la tensión sexual constante entre los protagonistas, diría que es uno de los atractivos, más allá del misterio y la violencia.
La fuerza de los deseos más profundo de los actores de esta obra retorcida es un argumento ya antes explorado, pero siempre interesante, donde mientras más bajo y oscuro sean los deseos, más capas y matices toma la trama, todo al mismo tiempo mientras se revela los misterios de los encuentros humanos con el alienigena y sus verdaderas intenciones, intenciones manipuladoras con el objetivo de poder salir del planeta tierra. Aunque casi a la mitad de su emisión es una historia diferente y algo de lo poco que se puede apreciar de esta temporada de primavera.